Emanuel Villa debutó haciendo un triplete con su nuevo equipo, los Tigres. Contribución goleadora que sirvió para que los Felinos se llevaran los primeros tres puntos del Clausura 2013 y con ellos ser los líderes en la tabla general y registrar tres goles a favor.
La llegada de Tito Villa al Estadio Universitario, no sólo significa tener un goleador consolidado y capaz de mantener una cuota goleadora, así como el mismo ritmo y nivel competitivo a lo largo del torneo; sino que representa una pieza faltante al esquema de Ricardo Ferretti, quien no había podido encontrar un centro delantero que lograra capitalizar y plasmar en el marcador, el dominio y el volumen de juego que sus medio campistas y volantes creativos generaban. Prueba de ello, fue el Hat-Trick que el argentino logró cristalizar ante los Jaguares de Chiapas en la primer jornada del Clausura 2013.
Desde la última vez que Tigres fue campeón, ósea en el Apertura 2011, los norteños se habían quedado sin un eje de ataque que pudiera servir como referente para los pasadores que el club ostenta como Lucas Lobos, Damián Álvarez, Elías Hernández y en su momento, Danilinho. Héctor Mancilla había sido el encargado de cargar con el gol y lo había ejecutado de gran forma. De hecho, en sus primeras dos temporadas, anotó 19 goles en 42 partidos. El problema se presentó hasta la tercera campaña, cuando de anotar 9 y 10 goles por temporada, sólo hizo 5; además de que sus minutos sobre el terreno de juego descendieron considerablemente, pasando de 1, 596 y 1, 853 minutos jugados en sus primeros torneos, a la módica cantidad de 725. Cifra que no refleja ni el 50% de los minutos antes jugados. Ante esto, el chileno fue vendido al Atlas.
De igual forma, otros delanteros como el brasileño Edno Cunha, quien llego para el Clausura 2012 y Apertura 2012, sólo jugó 16 partidos, anotando dos goles y haciendo dos asistencias; evidenciando un pobre nivel y falta de movilidad y técnica para desenvolverse en la ofensiva universitaria. Asimismo, el español Luís García, ex Real Madrid y Zaragoza de España, llegaba con un cartel capaz de ofrecer algo diferente en una liga como la mexicana. El español se caracteriza por ser un 9 potente, solidario y con cierta facilidad para el juego aéreo y la definición. Desafortunadamente, el nacido en Oviedo, España, no ha podido rendir lo que se esperaba, cosechando la magra cantidad de dos goles y una asistencia en 16 partidos jugados, todos como titular.
Y por último, encontramos al joven de 21 años, Alan Pulido, quien tras debutar a muy temprana edad (19) y mostrar características y condiciones que lo catapultaban como una de las promesas más llamativas del balompié azteca, incluso siendo participe en un inicio de la selección Sub-23 que ganó el Oro en Londres 2012; se ha estancado y no ha logrado forjarse un camino sólido en Tigres, teniendo pocas participaciones y por ende, goles. El Tuca no le ha tenido confianza y este no ha respondido ni aprovechado los minutos que el técnico brasileño le otorga. Hasta ahora, Pulido registra 10 goles y 5 asistencias en 10 torneos cortos con los Felinos.
Debido a esto, la contratación de Emanuel Villa cobra importancia, gracias a que es un delantero que lleva seis años jugando en el futbol mexicano, donde se ha adaptado y rendido de gran forma, especialmente en Cruz Azul, donde fue campeón de goleo individual con 19 tantos en el Apertura 2009; por lo que la adaptación pasará a un segundo o hasta tercer término durante su estancia en Nuevo León.
Villa era el engrane faltante en Tigres, una plantilla plagada de talento y desequilibrio de media cancha hacia adelante. Es un delantero que se acoplará al equipo, ya que sabe salir del área y no le da miedo, pese a no ser su hábitat natural. Entonces podrá participar en la dinámica que genere el conjunto y hasta ser participe en el armado de las jugadas, generalmente botándose y sirviendo como poste. Pero sobre todo, será el referente de ataque que Tigres exigía. Su potencia y fortaleza física, capacidad para encontrar espacios y colarse entre ellos para lograr rematar a portería, así como profundidad por el centro de la cancha al ganarle la espalda a sus marcadores, serán una constante en el Estadio Universitario o la plaza que visiten los universitarios. Y por supuesto, el juego aéreo, fase del juego que más domina y sabe explotar, podrá ejecutar cuantas veces quiera. Y es que Tigres ostenta a volantes abiertos que generan bastante profundidad, como es el caso de Hernández, Álvarez y Danilinho, sin contar la contribución creativa y pensante de Lobos.
La afición de Tigres puede estar tranquila con Emanuel Villa, quien además de contar con varias virtudes deportivas que le permiten colocarse como uno de los mejores centros delanteros en la actualidad sobre tierras mexicanas; cuenta con una alta dosis de profesionalismo, entrega y solidaridad, tanto en la cancha como en el vestidor. Es un tipo que se muestra en escenarios cruciales y cuando el equipo lo demanda. Esto es producto de la fuerte personalidad que lo distingue y que lo catapulta como un líder respetable.
Sin duda, tanto la directiva como el cuerpo técnico de los Tigres, no se equivocaron en contratarlo. Un delantero que deja y hacer jugar, acciones que se reflejan en un promedio de: 7.9 goles y 3.2 asistencias por torneo. Números que podrían incrementar notablemente, si tomamos en cuenta el potencial creativo que actúa por detrás de él. Tito Villa, la pieza que le faltaba a Tigres.
Dato:
Con el Hat-Trick que anotó Tito Villa en su debut con los Tigres, se coloca como el octavo delantero más rápido en marcar con los Felinos, tardando sólo 50 minutos; además, es el primer jugador en la historia del club, que debuta haciendo tres goles.
FutbolMagazine 